La Exposición Personajes para la memoria. Trayectorias de ilustres profesores de enseñanza secundaria presenta a veinte profesores de instituto, a través de unos breves retazos biográficos y algunas reseñas de sus obras científicas, literarias y pedagógicas. Testigos y actores de la educación de los jóvenes de nuestro país, de la formación de generaciones de ciudadanos de diferente procedencia social y credo ideológico, como ellos mismos lo fueron.
Trata de personajes muy dispares en su formación: poetas, filósofos, geógrafos, historiadores, filólogos, bioquímicos o naturalistas pero todos tiene en común tanto el talento intelectual en todas las ramas del saber como el empeño profesional para convertir a España en una nación más libre por el acceso al conocimiento.
La singularidad de Personajes para la memoria. Trayectorias de ilustres profesores de enseñanza secundaria radica en que un grupo de actuales profesores de educación secundaria, de la universidad y del CSIC presentan a aquellos otros profesores de bachillerato que les precedieron en la responsabilidad de educar y lo hacen desde los materiales olvidados del patrimonio histórico que se custodia en los institutos de educación secundaria de nuestro país.
Relación de profesores expuestos:
Arévalo Carretero, Celso
Barnés Salinas, Francisco J.
Besteiro Fernández, Julián
Blecua Tejeiro, José Manuel
Cabrera Díaz, Agustín
Carandell y Pericay, Juan
Dantín Cereceda, Juan
Diego Cendoya, Gerardo
Domínguez Ortiz, Antonio
Dualde Pérez, Vicente
García Rodeja, Eduardo
Gili Gaya, Samuel
Giner de los Ríos, Hermenegildo
Gómez Moreno, María Elena
Machado Ruiz, Antonio
Moliner Ruiz, Matilde
Rioja Lo-Bianco, Enrique
Valdeón Baruque, Julio
Vicens Vives, Jaume
Zambrano Alarcón, María
Autores de los textos: Mariano Amada Cinto, IES. Goya, Zaragoza. Mª Cruz del Amo del Amo, IES. San Isidoro de Sevilla, Madrid. T. Borja Bodelón Ramos, IES. Cervantes, Madrid. Santos Casado Otaola, Universidad Autónoma, Madrid. Jesús I Coria Colino, IES. Jorge Manrique, Palencia. Senén Crespo de las Heras, IES. Gerardo Diego, Pozuelo de Alarcón (Madrid). Rogelio Chicharro Chamorro, IES. Santísima Trinidad, Baeza (Jaén). Vicente José Fernández Burgueño, IES. San Isidro, Madrid. Francisco García Martín, IES. El Greco, Toledo. M. ª Teresa Juan Casañas, IES. Canarias Cabrera Pinto. La Laguna (Tenerife). Ana Lafuente Rillo, IES. Vega del Turia, Centro Asociado UNED, Teruel. Leoncio López-Ocón Cabrera, Instituto de Historia, Centro de Ciencias Humanas y Sociales, (CSIC). Rafael Martín Villa, IES. San Isidro, Madrid. Encarnación Martínez Alfaro, IES. Isabel la Católica, Madrid. Miguel Mayoral Moraga, IES. Profesor Domínguez Ortiz, Azuqueca de Henares (Guadalajara). Josefa Otero Ochaíta, IES. Cervantes, Madrid. Mario Pedrazuela Fuentes, Instituto de Historia, Centro de Ciencias Humanas y Sociales, (CSIC). M. ª del Carmen Prieto Sánchez, IES. Vicente Espinel, Málaga.
Carmen Rodríguez Guerrero, IES. San Isidro, Madrid. ??ngel Sebastián López, IES. Antonio Machado, Soria.
Diseñadora de la exposición: M.ª José Gómez Redondo, IES. San Isidro, Madrid.
Coordinadora: Carmen Rodríguez Guerrero, IES. San Isidro, Madrid.
Celso Arévalo
Introductor de la ecología en España, renovador de la enseñanza de las ciencias, autor de manuales y libros de divulgación. Celso Arévalo destaca como uno de los personajes más inquietos de la biología española del primer tercio del siglo XX.
Nacido en 1885 en Ponferrada (León), aunque de familia segoviana, Celso Arévalo siguió los pasos de su padre, profesor de enseñanza secundaria. Su vocación le llevó a los estudios de Ciencias Naturales, que finalizó en la Universidad Central en 1903, para doctorarse al año siguiente. Fue docente auxiliar en las universidades Central y de Zaragoza y completó su formación con estancias en la Estación de Biología Marítima de Santander. En 1909 inició su dedicación profesional como catedrático de Historia Natural en institutos de enseñanza secundaria. Pasó por los institutos de Mahón, Salamanca y Valencia. En 1918 gana cátedra en el Instituto del Cardenal Cisneros, en Madrid, a donde se traslada en 1919, para convertirlo en su destino definitivo. Fallecerá en Madrid en 1944.
Ya en su etapa valenciana comenzó a poner en marcha novedosos proyectos de investigación. Tomando el modelo de las estaciones costeras, que había conocido en Santander, lo aplicó al estudio de las aguas continentales, comenzando por La Albufera de Valencia. Al amparo del Instituto en que trabajaba montó un Laboratorio de Hidrobiología. Su dedicación a la hidrobiología, o biología de las aguas continentales, representa la etapa más fecunda de su trayectoria. Sus mayores logros fueron la introducción en España de la biología de ríos y lagos y la adopción en ese empeño de un claro enfoque ecológico. Estudió La Albufera y otros sistemas acuáticos desde la nueva aproximación científica de la ecología. Todo ello desde la modestia de su laboratorio, reconocido oficialmente como Laboratorio de Hidrobiología Española en 1917. Tras su traslado a Madrid, convence al Museo Nacional de Ciencias Naturales para que cree una Sección de Hidrobiología. Desavenencias con este centro motivaron su salida a finales de 1931, no sin antes dejar nuevos trabajos de investigación.
Entre sus publicaciones destacamos algunos títulos como El lago de Carucedo (1923), ejemplo de los estudios monográficos que dedicó a varios sistemas acuáticos españoles, La vida en las aguas dulces (1929), libro de alta divulgación que fue durante mucho tiempo el único manual de ecología acuática disponible en castellano y La Historia Natural en España. Primera Parte (1935), intento pionero de investigar la historia de las ciencias naturales.
Santos Casado Otaola
Universidad Autónoma de Madrid
Foto: Archivo familia Arévalo
Francisco Barnés Salinas
Fue uno de los profesores que introducen las ideas de la renovación pedagógica de principios del siglo XX a través del Instituto-Escuela. La vida de Francisco Barnés estuvo marcada por su entrega a la labor docente y por su compromiso político con el ideario republicano. Fue ministro de Instrucción Pública en tres ocasiones durante la II República.
Nacido en Algeciras en 1877, Francisco Barnés estudió Filosofía y Letras en Sevilla. Después de ganar en 1900 una cátedra de Geografía e Historia, trabajó en los institutos de Pamplona y ??vila. En 1920 se incorporó al Instituto-Escuela de Madrid y en él permaneció hasta 1936, cuando se cerró por el estallido de la Guerra Civil.
Con la II República, fue diputado en las Cortes Constituyentes de 1931 y desempeñó el cargo de ministro de Instrucción Pública en los gobiernos de Azaña (junio de 1933); de Casares Quiroga (mayo de 1936); y de José Giral (julio de 1936). También fue miembro del patronato de las Misiones Pedagógicas y hasta 1936 alternó su actividad política con la docencia en el Instituto-Escuela.
Al terminar la Guerra Civil, se exilió en México, donde fue profesor del Colegio de México y participó en la creación del Museo de Chapultepec en la capital mejicana. Francisco Barnés murió en Ciudad de México en 1947.
Los principios de la Institución Libre de Enseñanza, las corrientes pedagógicas europeas más modernas y el Centro de Estudios Históricos, donde contó con el asesoramiento del historiador Manuel Gómez Moreno, fueron los pilares en los que Barnés se basó para renovar la enseñanza de la Geografía y de la Historia. Al igual que otros catedráticos, viajó por Europa pensionado por la Junta para Ampliación de Estudios (J.A.E) para completar su formación. En 1923 se desplazo a Alemania para estudiar los métodos de enseñanza de la Geografía, la Historia y el Arte. En su labor docente, Barnés defendió el carácter educativo de la Historia del Arte, de ahí que impulsara las excursiones y las visitas a los museos que organizaba el Instituto-Escuela para una mejor formación de los alumnos. Estas actividades se complementaban con la elaboración de trabajos y cuadernos de viaje ilustrados, que formaban parte del método activo de enseñanza del Instituto-Escuela. Francisco Barnés desarrolló también una importante labor de formación del profesorado, uno de los grandes objetivos del Instituto-Escuela. Con él se formaron como profesores los historiadores del Arte José Camón Aznar, Juan de Mata Carriazo, Enrique Lafuente Ferrari y Mª Elena Gómez Moreno, entre otros historiadores y geógrafos.
Encarnación Martínez Alfaro
Catedrática de Geografía e Historia
IES. Isabel la Católica, Madrid
Foto: Archivo del IES. Isabel la Católica
Julián Besteiro Fernández
Nace en Madrid, el 21 de septiembre de 1870, comienza sus estudios a los nueve años en la Institución Libre de Enseñanza, y tiene como profesores a Francisco Giner de los Ríos y Nicolás Salmerón entre otros y como compañeros de pupitre a Fernando de los Ríos y a Antonio Machado. Tras finalizar la licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid marcha a París para realizar un curso en la Universidad de la Sorbona.
Regresa a España, en 1897, gana por oposición una plaza de catedrático de Psicología, Lógica y Filosofía Moral, obtiene su primer destino en Orense, donde, tras un enfrentamiento con el Cabildo de la ciudad, se traslada al Instituto de Toledo como profesor de la misma asignatura, institución educativa en la que ejerció desde 1899 a 1912.
En la ciudad del Tajo, junto con otros compañeros de claustro, como Luis de Hoyos Sainz, se compromete, a través de Unión Republicana y posteriormente con el Partido Republicano Radical, como concejal del Ayuntamiento capitalino, desde donde pone en marcha colonias y cantinas escolares, además de pronunciar conferencias y colaborar con sociedades obreras locales. En 1908 obtiene una beca de estudios concedida por el Ministerio de Instrucción Pública, con la que recorre las universidades de Munich, Berlín y Leipzig. En Toledo conoce a la que será su mujer, Dolores Cebrián, profesora de Física en la Escuela Normal de Maestros.
En 1912 gana la plaza de Lógica Fundamental de la Universidad Central. Desarrolla en Madrid una intensa labor política y sindical en el seno del Partido Socialista Obrero Español y en la Unión General de Trabajadores. Miembro de la ejecutiva de las dos entidades, en 1925 sustituye a Pablo Iglesias al frente del PSOE. Su protagonismo en la II República le lleva a presidir las Cortes hasta 1933.
Opuesto a la línea más radical del partido, durante la Guerra Civil es nombrado presidente del llamado Comité de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de Madrid, y representante del gobierno republicano en el exterior. Partidario de negociar el fin de la guerra, secunda el golpe del coronel Casado y forma parte del Comité Nacional de Defensa como consejero de Asuntos Exteriores, cargo desde el que entrega el poder a los vencedores, el 28 de marzo de 1939.
La orden del Ministerio de Educación Nacional, de 3 de febrero de 1939, le separa de la cátedra, muriendo preso, el 27 de septiembre de 1940, en la cárcel de Carmona (Sevilla).
Francisco García Martín
Profesor de Geografía e Historia
I. IES El Greco, Toledo
Foto: Lucas Fraile
José Manuel Blecua Tejeiro
Nació en Alcolea de Cinca, Huesca, el 10 de enero de 1913. Con motivo del centenario de su nacimiento, Antón Castro, periodista del Heraldo de Aragón, describió la infancia de José Manuel Blecua como la de un niño feliz y obediente, mediano de tres hermanos, que jugaba al fútbol, a las canicas y al aro. A finales de 1923, cuando tenía diez años se trasladó junto a su familia a Zaragoza.
El propio José Manuel cuenta que ingresó en el colegio Santo Tomás el verano de 1925 pues había aprobado en junio el ingreso y llevaba un año de retraso por haber suspendido el anterior. En mayo de 1929 terminó por enseñanza colegiada el bachillerato elemental. El junio siguiente aprobó por libre los dos cursos del bachillerato universitario de Letras. Se licenció en Filosofía y Letras, sección Historia, siendo galardonado con el premio extraordinario; y además, se licenció en Derecho. Durante sus años universitarios fue premiado en numerosos concursos de investigación, participó en las actividades de la Federación Universitaria Escolar (FUE) y fue pensionado por la Universidad de Zaragoza para asistir a los cursos de verano de Santander en 1933. En 1935 dio comienzo su trayectoria profesional al lograr por oposición la cátedra de Lengua y Literatura Española de enseñanzas medias.
En su carrera profesional ejerció en los Institutos de Cuevas de Almanzora, Almería; Haro, La Rioja y Valladolid hasta que en 1940 fue adscrito provisionalmente al Instituto Goya de Zaragoza, donde permaneció hasta 1959 cuando se incorporó a la Universidad de Barcelona, y allí compatibilizó sus clases con la Universidad de Verano de Jaca.
José Manuel Blecua fue editor de un buen número de títulos de libros de texto para alumnos de bachillerato, pero su mayor aportación a los estudios literarios de los jóvenes fue la participación en la fundación de Clásicos Ebro, colección de obras en la que tantas generaciones se han iniciado en la lectura de la literatura clásica. En la investigación se sentía muy cómodo con las obras de la literatura medieval española y destacó en el estudio de las obras literarias del Siglo de Oro. Sus principales publicaciones han sido: el Cancionero de 1628, Poesía completa de los hermanos Argensola y Obra completa de Don Juan Manuel.
Fallece en Barcelona el 8 de marzo de 2003.
Mariano Amada Cinto
Catedrático de Geografía e Historia
IES Goya, Zaragoza
Agustín Cabrera Díaz
Primer catedrático canario de Historia Natural. Destacó por sus inquietudes intelectuales, sus estudios botánicos y su dedicación al Gabinete de Historia Natural del Instituto de Canarias, hoy llamado IES Canarias Cabrera Pinto.
Nace en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, en 1878 y muere en la misma ciudad en 1961. Estudió en la Facultad de Ciencias de Madrid. Preparó su tesis doctoral en la Estación de Biología Marina en Santander. Becario en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid y profesor auxiliar de Historia Natural de la Universidad de Barcelona.
En 1909 se doctoró y obtuvo la plaza de catedrático de Historia Natural del Instituto de Canarias. Trabajó de forma ininterrumpida en este centro hasta 1948, fecha de su jubilación. Alrededor de 40 cursos de dedicación al instituto y a su gabinete de Historia Natural, a los que unió el cargo de director en los últimos 23 años de su carrera docente.
Esta larga y prolífica dedicación a la institución educativa le hace merecedor de la placa que sus compañeros le dedicaron en su jubilación y dio nombre a la actual sala de Historia Natural, Sala Agustín Cabrera.
En 1923 es nombrado profesor de Agricultura de la Escuela Normal de La Laguna, al mismo tiempo continúa con su cátedra en el Instituto, compatibilizando los dos centros. Fue el primer decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna.
En la primera mitad del siglo XX, Agustín Cabrera era una gran figura intelectual y científica en la ciudad de La Laguna: pertenecía a la Real Sociedad Española de Historia Natural y era presidente y miembro fundador de la sección de Ciencias Naturales del Instituto de Estudios Canarios desde 1933. Para la creación de esta sección se ayudó de Oscar Burchard, alemán establecido en Canarias, e importante estudioso de la flora y fauna canaria. Los estudios botánicos de Agustín Cabrera fueron de un gran valor científico y en su tiempo obtuvieron la recompensa de que los botánicos españoles Ceballos y Ortuño le dedicaron el nombre de una especie endémica de la Gomera, la Sideritis cabrerae.
Publicó artículos de divulgación sobre plantas canarias y las monografías títuladas Jasmináceas de Canarias (1909) y Contribución al estudio de los Eunícidos de las costas cantábricas.
Mª Teresa Juan Casañas
Catedrática de Biología y Geología del IES Canarias Cabrera Pinto
La Laguna, Tenerife
Foto: Archivo IES Cabrera Pinto
Juan Carandell Pericay
Naturalista y geógrafo competente. Estudió en profundidad la geología y geografía de Andalucía e introdujo modernos recursos gráficos en la enseñanza de la geografía física.
Nació en Figueras (Girona) en 1893. Se licenció en Ciencias, sección de Naturales, en la Universidad de Madrid en 1913. Al año siguiente se doctoró con una tesis sobre Las calizas cristalinas del Guadarrama, dirigida por Lucas Fernández Navarro. Desde que ganó una cátedra de Historia Natural y Fisiología e Higiene en 1917 su vida transcurrió en tierras andaluzas. Primero en Cabra, hasta 1927, y luego en Córdoba. En sus institutos ejerció una labor educativa intensa y entusiasta. Murió en su Cataluña natal en plena guerra civil el 30 de septiembre de 1937.
Simultaneó su labor docente con una intensa producción científica en la que cabe distinguir tres etapas.
La inicial, fundamentalmente formativa, se orientó hacia el estudio del glaciarismo y de la climatología cuaternaria. La llevó a cabo en el entorno del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, donde colaboró con Hugo Obermaier, y de la sociedad excursionista Peñalara, muy vinculada al ambiente de la Institución Libre de Enseñanza.
La central corresponde a la fase de máxima producción y rendimiento de su vida durante su estancia en el Instituto de Cabra. Se dedicó entonces a organizar un magnífico museo de historia natural que se conserva hoy en día, al estudio geológico de la Andalucía penibética y a organizar la visita a la sierra de Cabra, al Torcal de Antequera y a Sierra Nevada de los participantes en el XIV Congreso Geológico Internacional de 1926. Entre 1923 y 1925 completó además sus estudios de Farmacia por enseñanza libre. También en esos años se revela como un periodista ágil en diversos periódicos andaluces.
La final abarca su período cordobés. Regentó entonces una importante farmacia e impartió clases en la Escuela Superior de Veterinaria como profesor de Botánica, Zoología y Geología. Asimismo escribió libros de divulgación científica y publicó importantes trabajos geográficos, geomorfológicos primero y más tarde antropogeográficos. Su trayectoria científica culminó con su estudio sobre su comarca natal El Bajo Ampurdán, modelo de estudio de geografía regional, publicado en 1942.
Concedió gran importancia a las representaciones visuales, elaboradas por él mismo, excelente dibujante. Se le considera uno de los introductores de modernos recursos gráficos en la enseñanza de la geografía física como los bloques-diagramas y las perspectivas caballeras. Así se aprecia en resultados tan notables como su Perspectiva panorámica del Guadarrama de 1915, o su Panorámica de Sierra Nevada, desde la Sierra de Cabra, de 1923.
Leoncio López-Ocón Cabrera
Instituto de Historia
Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC)
Juan Dantín Cereceda
Profesor incansable, investiga, publica, edita, y enseña con la misma pasión que defiende la necesidad de modernizar el conocimiento científico, para superar las prácticas arcaicas que causaban el atraso social e intelectual del país.
Juan Dantín Cereceda nació el 25 de diciembre de 1881, en Madrid. Cursó sus estudios secundarios en el Instituto Cardenal Cisneros. En 1904 consigue la licenciatura de Ciencias Naturales en la Universidad Central con premio extraordinario.
Después de una breve estancia como ayudante en la Universidad de Madrid, gana oposiciones a catedrático de Agricultura del Instituto de Baeza, posteriormente se traslada al Instituto de Albacete y al de Guadalajara. Enseguida se incorpora como profesor ayudante al Museo de Ciencias Naturales donde realiza los estudios de doctorado con Eduardo Hernández-Pacheco, catedrático de Geología. En 1912 presenta su tesis sobre la interpretación del relieve de la Península Ibérica.
Al año siguiente es becado por la Junta de Ampliación de Estudios (J.A.E.) para ampliar en Francia y Alemania sus conocimientos de Geología. En Francia estudia junto a E. Martonne, que ejercerá una profunda influencia en el interés de Dantín por la Geografía Física.
De vuelta a España en 1919, pasa a ser profesor del Instituto Escuela de Madrid hasta que en 1922 toma posesión de la cátedra de Agricultura Técnica e Industrial del Instituto San Isidro que ya no abandonaría hasta su muerte, acaecida el 23 de octubre de 1943, cuando ejercía como catedrático de Ciencias Naturales.
La labor investigadora de Dantín comenzó en la Geología, después estableció un vinculo de esta materia con la Geografía Física, sobre la que publicó numerosas investigaciones y, finalmente incluyo en sus estudios la Geografía Humana y Regional y la Agricultura. De esta forma, abre nuevas vías de estudio en la Geografía española del momento al defender la división de está en dos ramas: Física y Humana. Así, tiñe los estudios geográficos con un fuerte matiz naturalístico, defendiendo el efecto modelador del medio natural sobre los humanos que lo habitan.
Dantín compartió las inquietudes intelectuales de su tiempo, articulista en el diario El Sol, se posicionó en la vanguardia científica a través de la Junta de Ampliación de Estudios y del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y bien conectado con los ámbitos literarios y periodísticos, por su amistad con Pío Baroja o José Ortega y Gasset, con los que frecuentemente realizaba excursiones.
A él le debemos la introducción del concepto de región natural, o de índice climático para zonas áridas y algunos libros de gran influencia como: Resumen fisiográfico de la Península Ibérica o el Ensayo acerca de las regiones naturales de España. Dirigió la publicación de las Guías Regionales Calpe y colaboró con numerosos relatos en la Biblioteca Literaria del Estudiante.
Rafael Martín Villa
Jefe de Estudios. Profesor de Biología y Geología
IES San Isidro Madrid
Gerardo Diego Cendoya
Y así pasarán cursos monótonos y prolijos.
Pero un día tendré un discípulo,
un verdadero discípulo
y moldearé su alma de niño
y le haré hacerse nuevo y distinto,
distinto de mí y de todos: él mismo.
(El brindis)
Estos versos resumen el objetivo educativo que Gerardo Diego se marcó, allá por los años 20, antes de tomar posesión de su cátedra en el Instituto de Soria.
Profesor-poeta, crítico literario y musical, nace en Santander el 3 de octubre de 1896. Cursa estudios en el Instituto General y Técnico de esta ciudad, donde tendría como maestro a Narciso Alonso Cortés, el también poeta que muchos años después contestaría el discurso de ingreso de su alumno en la Real Academia Española de la Lengua. Muy niño aprende a tocar el piano y la música impregnará su poesía. Estudia en la Universidad de Deusto y se examina en Salamanca con Miguel de Unamuno. En 1916 termina la carrera en la Universidad de Madrid.
Obtiene, por oposición, ante un tribunal que preside Emilia Pardo Bazán, la cátedra de Lengua y Literatura del Instituto de Soria, en 1920. En 1923 se traslada al Real Instituto Jovellanos de Gijón. En 1934 se casa con la estudiante francesa Germaine Marin y obtiene el traslado al Instituto de Santander. Mientras introduce a sus alumnos en el conocimiento de los clásicos a través de la lectura y el comentario de texto, colabora en las revistas más avanzadas del momento: Grecia, Cervantes, Reflector. En 1922 visita a Vicente Huidobro en París, a la vez que aparecen sus primeros libros vanguardistas y obtiene el Premio Nacional de Literatura en 1925.
La amistad con Guillén, Dámaso Alonso, Salinas, Alberti y García Lorca genera en 1927 actividades trascendentales: crea la revista Carmen; organiza las ediciones conmemorativas del centenario gongorino –Antología poética en honor de Góngora-; y posa con sus compañeros en la fotografía generacional en el Ateneo de Sevilla. En 1932 lleva a cabo su histórica Antología 1915-1931 de poetas contemporáneos, que constituían la nómina central de la “joven literatura”.
El inicio de la guerra civil le sorprende en el Pirineo francés. No regresará a la capital cántabra hasta su toma por el ejército nacional, en el verano de 1937. En octubre de 1939 se traslada al Instituto Beatriz Galindo de Madrid, en el que permanecerá hasta su jubilación en 1966.
Entre sus obras destacamos títulos tan conocidos como Manual de espumas y Versos humanos.
Senén Crespo de las Heras
Catedrático de Lengua y Literatura
Mª Cruz del Amo del Amo
Catedrática de Geografía e Historia
IES San Isidoro de Sevilla, Madrid
Antonio Domínguez Ortiz
Maestro de historiadores, el profesor Domínguez Ortiz ha sido considerado uno de los más importantes investigadores de la Historia Moderna española.
Nació en Sevilla en 1909. Huérfano de madre a los 8 años, tuvo que abandonar muy pronto la escuela; pero a los 14, decidió volver a las aulas, cursando magisterio y bachillerato. Comenzó luego sus estudios de Filosofía y Letras, licenciándose en 1932 con premio extraordinario. Gana las oposiciones a maestro y ejerce en la escuela de Écija. En el verano de 1933 asistió a los cursos que las Universidades de Santander y Central de Barcelona organizaron para formar profesores de segunda enseñanza. Allí comenzó su eterna amistad con Jaime Vicens Vives, el que fuera después, como él, profesor de instituto y eminente historiador. Terminado el curso, ejerció interinamente en el Instituto Murillo, de Sevilla. Al poco, estalló la Guerra y fue movilizado. Acabado el conflicto, sufrió, como sus compañeros, los terribles expedientes de depuración. Cuando, en 1940, se convocan oposiciones para cátedras de instituto, don Antonio obtiene el número dos y es destinado al Instituto Femenino de Palma de Mallorca. Después, y hasta 1979 en que se jubiló, otras ciudades e Institutos gozaron de su amor por la docencia y por la Historia: Instituto Columela de Cádiz (1942-43), Institutos Ganivet (1943-59), Padre Suárez (1959-66) y Padre Manjón (1966-67) de Granada e Institutos Tirso de Molina y Beatriz Galindo de Madrid (1967-79).
En 1974 la Real Academia de la Historia le nombra académico de número. A partir de ese momento, los
reconocimientos se multiplican. Entre ellos, los premios Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y Menéndez Pidal de Investigación Histórica. La Universidad reconoce también su labor: doctor honoris causa por las de Sevilla, Barcelona, Cádiz, Complutense, Granada… Los congresos internacionales cuentan cada vez más con su presencia: Toulouse (1968); Burdeos (1972); Nueva Jersey (1972); Nimega (1978); Londres (1979)… Y múltiples instituciones internacionales le homenajean: Oficial de las Artes y las Letras de Francia, correspondiente de la British Academy, de la Academia Venezolana de Historia, Doctor honoris causa por la Universidad de Burdeos…
Entre sus publicaciones destacamos: La sociedad española en el siglo XVII y Historia de los moriscos publicada junto a Bernard Vincent.
Falleció en Granada, el 21 de enero de 2003, dejando redactado, en su vieja máquina de escribir, su último artículo.
Miguel Mayoral Moraga
Director y Catedrático de Geografía e Historia
Instituto Profesor Domínguez Ortiz. Azuqueca de Henares, Guadalajara
Foto: Familia Domínguez Ortíz
Vicente Dualde Pérez
Profesor por vocación, autor del primer y más difundido libro de Biología del Curso de Orientación Universitario (C.O.U.), uno de los investigadores de historia de la ciencia más importantes del siglo XX.
Nació en Villareal (Castellón) el 9 de noviembre de 1923. Es licenciado y doctor en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza, con premio extraordinario en ambas titulaciones, y licenciado en Biología por la Universidad de Madrid con la calificación de sobresaliente “cum laude???.
En 1953 ingresó por oposición en el cuerpo nacional Veterinario. Desempeñó los cargos de director del Laboratorio Pecuario Regional Murciano, y luego, las jefaturas provinciales de Ganadería de Ciudad Real, Teruel y Valencia.
Ingresó también por oposición en el cuerpo de catedráticos numerarios de instituto, iniciando su carrera docente en el Instituto Ibáñez Martín de Teruel, donde reorganizo el gabinete de Ciencias Naturales y realizo varias excursiones de orientación naturalista con los alumnos, para recoger especímenes naturales (plantas, minerales y fósiles). Fue jefe de la sección de Ciencias Naturales del Instituto de Estudios Turolenses (C.S.I.C). Tras tres años de permanencia en Teruel, pasó a desempeñar la cátedra en los Institutos Benlliure y San Vicente Ferrer de Valencia, donde se jubiló. Desempeñó, en este último el cargo de director.
Fue catedrático contratado de Invertebrados y Embriología durante varios años, en la Facultad de Biología de la Universidad de Valencia, en la que también fue coordinador de las enseñanzas que se impartían en el Curso de Orientación Universitaria para la asignatura de Biología.
Ha dirigido varias tesis doctorales y tesinas de licenciatura, formando también
parte de varios tribunales de oposición. Pertenece entre otras a las siguientes Academias e Instituciones científicas: académico de número de las Reales Academias Nacional de Ciencias Veterinarias y de Medicina de Valencia. Académico correspondiente de la Real Academia de Cultura Valenciana. Miembro de número de la Real Sociedad Española de Historia Natural y Miembro de la Interamerican Medical and Elath Associations.
Se halla en posesión de la Encomienda del Mérito Agrícola y de la Cruz de Caballero de Alfonso X el Sabio. Está en posesión de la medalla de la Academia Veterinaria de Francia y de la Medalla “Quirón??? de la World Association for the History of Veterinary Medicine.
Su producción bibliográfica es muy amplia. Ha presentado ponencias y comunicaciones en congresos, simposios y otras reuniones científicas, sobre temas de su especialidad, y ha pronunciado gran número de conferencias.
Ana Lafuente Rillo
Catedrática de Ciencias Naturales Tutora y directora del Centro Asociado
UNED, Teruel
Foto: cedida por la familia Dualde Pérez
Eduardo García Rodeja
Eduardo García Rodeja fue el profesor que inicio a Severo Ochoa en el estudio de la ciencia y así lo reconoce el premio nobel en las cartas que se custodian en los archivos del Instituto de Málaga.
Eduardo García Rodeja nació en Gerona en 1891. Licenciado en Ciencias Químicas, se convierte en catedrático en 1916 con 25 años. Ejerce la docencia en el Instituto Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera (Cádiz) y en 1920 se traslada al Instituto de Málaga, donde permaneció hasta su jubilación en 1961. Su figura se engrandece por el reconocimiento que le manifestó siempre su alumno más brillante, el premio nobel de Medicina Severo Ochoa.
Son las propias palabras de Severo Ochoa las que permiten entender cómo se forja la vocación de una persona en los años de la adolescencia. En su autobiografía The pursuit of a hobby el premio nobel cuenta cómo, buscando un clima más benigno que el de Asturias, su familia pasaba los inviernos en Málaga. Confiesa que en los últimos años de Instituto es cuando nació su interés por la ciencia, y afirma que en gran parte fue debido al estímulo que le proporcionaron las clases de un joven profesor de Química, Eduardo García Rodeja. Ese interés le llevó a matricularse en la Facultad de Medicina de Madrid en 1923, la mejor posibilidad en España para acceder a los estudios de Biología, su verdadera vocación.
En el intercambio de correspondencia entre ambos y en las declaraciones realizadas en las frecuentes visitas a Málaga, siempre incidió en ese reconocimiento a su profesor del Instituto. En la carta de 12 de abril de 1930 Severo Ochoa le dedica estas palabras a su antiguo maestro:
“[…] con Vd. estudié por primera vez Química y hoy trabajo en cuestiones de Bioquímica, lo que debo agradecer a mi afición por dicha ciencia que nació entonces.???
En una carta posterior, de 1959, año en que Severo Ochoa obtuvo el premio nobel, le escribe a su viejo profesor:
“[…] De todos modos, mi mayor suerte ha sido la de tener los maestros que tuve y una de mis mayores satisfacciones, hoy que ya no soy joven, me la proporcionan los discípulos que se han formado a mi lado y en los que he podido inculcar algo de aquel entusiasmo por la ciencia que Vd. me inculcó a mí en mi último curso de bachillerato???.
Mª del Carmen Prieto Sánchez
Profesora de Geografía e Historia. IES Vicente Espinel, Málaga
Foto : Archivo IES Vicente Espinel. Málaga
Samuel Gili Gaya
Samuel Gili Gaya, uno de los grandes renovadores de la enseñanza de la didáctica de la lengua y de la literatura, definía su labor docente con las siguientes palabras:
“Aquel trabajo decidió el rumbo de mi vida: ya no quise ser desde entonces más que maestro, nada más y nada menos que maestro. Mi actividad restante […] pasó a ser lateral, añadida a mi ilusión de educador???.
Nació en Lérida en 1892, estudió Filosofía y Letras en Madrid, donde fue alumno de Ramón Menéndez Pidal, quien le acercó a los despachos del Centro de Estudios Históricos. En el Centro colaboró con Navarro Tomás en sus investigaciones sobre fonética y comenzó sus trabajos en lexicografía con el estudio del Tesoro Lexicográfico, que la guerra interrumpió.
Tras aprobar la oposición a cátedra de instituto, y un fugaz paso por el de Baeza, en el que coincidió con Antonio Machado, y en el de Huesca, fue reclamado en 1920 para incorporarse al recién creado InstitutoEscuela. Allí Gili Gaya impartió durante dieciséis años clases de Lengua y Literatura españolas, con el triple objetivo de que sus alumnos de bachillerato dominaran el uso del idioma castellano como medio de expresión del pensamiento; aprendieran los mecanismos del análisis lógico del lenguaje, y educaran su gusto estético por medio del conocimiento de las obras de la literatura clásica. Una alumna, Carmen Castro, mujer de Xabier Zubiri, cuenta cómo don Samuel conseguía su objetivo:
“Su inteligencia clarísima hizo apasionante el estudio de la sintaxis castellana y consiguió que nuestro idioma nos diera a cada alumno su destello: aprendimos que de esta sintaxis compleja y nada fácil de manejar, procede el don estupendo del castellano para ajustarse como piel tersada a la idea o al concepto.???
Uno de los recursos didácticos de los que se sirvió en sus clases fue la Biblioteca Literaria del Estudiante, que surgió dentro del espíritu científico del Centro de Estudios Históricos. En ella se recogían las obras más relevantes de la literatura española en ediciones preparadas por grandes expertos y accesibles a los estudiantes de bachillerato.
Finalizada la guerra civil, y tras ser depurado por catalanista, volvió nuevamente a ejercer en el Instituto de Torrelavega. Publicó en esos años sus obras más relevantes: Curso superior de sintaxis española (1943), Diccionario ilustrado de la lengua española, Vox (1945) y Elementos de fonética general (1950). Reclamado por Dámaso Alonso para el Instituto Nebrija del CSIC, regresó a Madrid en 1946. Allí publicó los cuatro primeros tomos del Tesoro Lexicográfico.
Elegido académico de la Real Academia Española en 1961, fue uno de los impulsores del Diccionario Histórico hasta su fallecimiento en 1975.
Mario Pedrazuela Fuentes.
Centro de Ciencias Humanas y Sociales.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Hermenegildo Giner de los Ríos
Pedagogo, político y escritor. Coeducación, laicismo y formación de los obreros fueron los pilares de su quehacer educativo durante cincuenta cursos de ejercicio en distintos institutos repartidos por toda la geografía española.
Nació en Cádiz en 1847 y se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Central en 1870. Educado en un ambiente progresista participó en los planes educativos de la Revolución de 1868, primero, como profesor auxiliar gratuito en el turno de noche en el Instituto San Isidro, y en 1869, impartiendo la asignatura de Principios de arte y su historia para sustituir a su hermano Francisco en el Instituto Noviciado de la capital. A partir de 1871 comienza su itinerario como profesor de los Institutos de Baeza, Carrión de los Condes y Ponferrada. En 1874 ingresa por oposición en la cátedra de Psicología, Lógica y Ética del Instituto de Osuna y es becado para estudiar la situación de la segunda enseñanza en el Colegio San Clemente de los Españoles en Bolonia.
Profesor implicado en la II Cuestión Universitaria fue separado de la cátedra y privado de la condición de becario, pero su actividad educativa prosigue como miembro cofundador, profesor y secretario de la junta directiva de la Institución Libre de Enseñanza (I.L.E.) Reintegrado a la cátedra oficial en 1881 ejerce en los institutos de Burgos, Guadalajara, Zaragoza, Alicante, y Barcelona, en este último desde 1898 hasta su jubilación en 1918.
Como político militó siempre en el campo republicano, fue diputado a Cortes entre 1908 y 1918. Pero su aportación más valiosa a la educación fue desde la política municipal como concejal y primer teniente alcalde de Barcelona. Su pasión por la educación le llevó a promover iniciativas pioneras, entre las que se encuentran: las colonias escolares y las escuelas al aire libre denominadas “El Bosque” y el impulso para la creación de un instituto de segunda enseñanza para la mujer en Barcelona en 1919.
Además, fomenta el funcionamiento de las bibliotecas escolares, la organización de la inspección médica y odontológica y las cantinas en los centros educativos para paliar la deficiente alimentación e higiene de los escolares.
Firme defensor de la formación del profesorado, él mismo participó en la convocatoria de pensiones de la Junta de Ampliación de Estudios (J.A.E.) para estudiar la segunda enseñanza en el extranjero. Traductor de obras literarias y prolífico escritor del que destacamos la autoría de libros de texto que pretenden renovar los métodos memorísticos.
En 1923, fallece en Granada pero su legado pervive al establecer un puente de comunicación entre Madrid y Cataluña por el que fluyeron las innovaciones pedagógicas que circulaban en Europa.
Carmen Rodríguez Guerrero
Profesora de Lengua y Literatura. IES. San Isidro, Madrid
Foto publicada por Nuevo Mundo, 1908
María Elena Gómez-Moreno
Mujer de sonrisa, antes que de amargura, de entusiasmo y trabajo, inculcados desde la infancia en un hogar donde el contacto con el estudio de la historia del arte era tan natural como el respirar.
Nació en Granada el 28 de enero de 1907 y junto a su familia se trasladó a Madrid en 1911, comenzando el bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros en 1918. En 1923, a los dieciséis años inicia sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, licenciándose en Ciencias Históricas a los 19 años con premio extraordinario.
Inicia su carrera docente en el Instituto-Escuela en 1924 donde permanecerá hasta 1930. En este año gana por oposición la cátedra de instituto en la especialidad de Geografía e Historia, ejerciéndola en los institutos de Osuna, Madrid, San Sebastián y de nuevo Madrid.
Forma parte de las Misiones de Arte, cursos y charlas populares dirigidas por Pablo Gutiérrez Moreno entre 1928 y 1936 divulgando el arte español por las escuelas infantiles. Durante la II República, ejerció como catedrática en el Instituto de Calderón de la Barca de Madrid, además de impartir algunos cursos de verano en la Junta para la Ampliación de Estudios (J.A.E), participa en las tareas de la Junta de Salvamento del Tesoro Artístico durante la Guerra Civil.
Tras el proceso de depuración, conserva su cátedra, continuando su intensa labor docente desde la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como distintas universidades de los EEUU. En 1959 asume la dirección de la Fundación de Vega-Inclán -Casa del Greco, Casa de Cervantes y Museo Romántico-. Sus numerosos libros sobre la escultura española y en concreto sobre la barroca, la convierten en una de las mayores especialistas de su momento, participando en obras de toda índole sobre la historia del arte español. Podemos destacar: Breve historia de la escultura española, Mil joyas del arte español y Guía del museo Romántico.
En 1990 es nombrada académica honoraria de la Real Academia de Bellas Artes. Profesora de gran vitalidad, cuyas lecciones ágiles y fluidas, tanto en las aulas como ante la obra de arte, demostraban su verdadera vocación de maestra. Investigadora y defensora incansable del patrimonio artístico español, convirtió la docencia y la investigación en los ejes de su vida. Vivaz y apasionada, todo lo miraba, todo lo estudiaba. Mujer y maestra de conversación y curiosidad desbordante, supo transmitir a sus alumnos el amor y la inquietud por el conocimiento. Murió en Madrid en 1997.
T. Borja Bodelón Ramos
Profesor de Geografía e Historia
IES Cervantes, Madrid
Antonio Machado Ruiz
El profesor-poeta escribe que nació en Sevilla una noche de julio de 1875, que a los ochos años se traslada acompañando a sus padres a Madrid y se educa en la Institución Libre de Enseñanza (I.L.E.). A sus maestros guarda vivo afecto y profunda gratitud que manifiesta en reiteradas ocasiones. Su paso por el instituto y la universidad no representan más que una huella de aversión a todo lo académico.
En 1907 obtiene la cátedra de Lengua Francesa, asignatura que imparte durante cinco años en el Instituto de Soria, institución que hoy se le conoce por el nombre del poeta. En esta ciudad se casa en 1909 y enviuda en 1912. En primero de noviembre de este mismo año fue trasladado a Baeza hasta 1919. Desde 1919 pasa la mitad del tiempo en Segovia y en Madrid la otra mitad, aproximadamente, hasta que en 1932 fue trasladado al Instituto Calderón de la Barca de Madrid y en 1935 al Instituto Cervantes de esta misma ciudad.
En el discurso que pronuncio en el Instituto General y Técnico de Soria con motivo del Homenaje al profesor. Antonio Pérez de la Mata mientras se dirige a los alumnos va desarrollando su ideario pedagógico, en el que invita a los jóvenes a que en sus combates no empleen sino las armas de la ciencia que son las más fuertes, las armas de la cultura que son las armas del amor, a aprender a distinguir los valores falsos de los verdaderos y el mérito real de las personas bajo toda suerte de disfraces, a estimar a los hombres por lo que son, no por lo que parecen y a amar el trabajo y conquistar por él la confianza en ellos mismos, para que llegue un día después de largos años, en que sus nombres también merezcan recordarse.
En 1915, con motivo del fallecimiento de Francisco Giner de los Ríos, su maestro, Antonio Machado deja escrito para los alumnos de Soria:
“Lo que importa es aprender a pensar, a utilizar nuestros propios sesos para el uso a que están por naturaleza destinados y a calcar fielmente la línea sinuosa y siempre original de nuestro propio sentir, a ser nosotros mismos, para poner mañana el sello de nuestra alma en nuestra obra???
En 1903 publica Soledades, su primer libro. En 1907 Soledades, Galerías, Otros poemas, y en 1912 Campos de Castilla. Para Machado la poesía fue palabra en el tiempo, desde un punto vista existencial, moral, filosófico y cultural.
“Ni mármol duro y eterno,
ni música ni pintura,
sino palabra en el tiempo???
Su discurso poético y pedagógico es intemporal, universal, sin fecha de caducidad.
??ngel Sebastián López. Catedrático de Francés
Director del Instituto Antonio Machado, Soria
Foto: Archivo IES Antonio Machado Soria
Matilde Moliner Ruiz
Matilde Moliner se educó en la Institución Libre de Enseñanza hasta los nueve años. El gusto por el conocimiento, el amor a la lectura y la autonomía suficiente para aprender por sí misma fueron el principal legado de aquella institución que alimentó durante toda su existencia y supo extender entre sus numerosos alumnos. Pese a los estrechos márgenes que permitía el franquismo, fue capaz de escribir libros de metodología novedosa, que ponía en práctica con tal pasión que ha fomentado la vocación humanística de muchos de sus alumnos.
Nació en Madrid en 1904. Por razones familiares se desplazó en 1915 a Aragón y en 1920 a Sagunto. Allí, durante un lustro, preparó para los exámenes libres de bachillerato a los alumnos del colegio de la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo, al tiempo que ella misma se presentaba a los exámenes para conseguir el título de bachiller en el Instituto Luis Vives de Valencia y después la licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza. En 1925 inició la carrera docente en Murcia, su primer destino fue el Instituto Alfonso X, al tiempo que colaboraba en la Facultad de Letras. En 1926 se desplazó a Madrid para cursar el doctorado, bajo la dirección de Rafael Altamira, e impartió clases en el Instituto Cardenal Cisneros y en el Instituto Escuela. Entre 1928 y 1933 ejerció como catedrática de los Institutos de Requena y Talavera de la Reina. En 1933 fue seleccionada en las oposiciones de institutos nacionales y destinada al Instituto Cervantes de Madrid.
Participó en las Misiones Pedagógicas, ocupando el cargo de vicesecretaria en 1935 y contribuyendo en la selección del primer fondo de las bibliotecas de las Misiones. Durante la Guerra Civil fue secretaria en el Instituto Blasco Ibáñez de Valencia. Al finalizar la contienda estuvo tres años en proceso de depuración hasta que en 1942 fue adscrita al Instituto de Almería. En 1952 recuperó su plaza del Instituto Cervantes y allí impartió clases hasta su jubilación en 1974. Desde 1949 fue colaboradora asidua de la Revista de Indias, adscrita al Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo. Falleció en 1986.
Sus publicaciones se refieren principalmente a manuales didácticos de su especialidad como El mundo y los hombres. Geografía Universal y Historia de las civilizaciones: Primer curso de bachillerato.
Josefa Otero Ochaíta. Catedrática de Geografía e Historia
IES Cervantes, Madrid
Fotografía aportada por la hija de Matilde Moliner
Enrique Rioja Lo-Bianco
Enrique Rioja Lo-Bianco fue uno de los más destacados biólogos y pedagogos españoles del siglo XX, implicado en la renovación de la enseñanza de las ciencias naturales, con la introducción de la ecología, el cine científico y la formación del profesorado.
Hijo de José Rioja Martín, catedrático de Zoología de la Universidad Central, nació en Santander en 1895, obtuvo la licenciatura y el doctorado en la Facultad de Ciencias, sección de Naturales de la Universidad Central con premio extraordinario en ambos títulos.
Ayudante gratuito del Instituto de Santander, catedrático de Historia Natural y Fisiología e Higiene de los Institutos de Mahón (1918), Reus (1919), Badajoz (1920), San Isidro (1930), para Obreros de Valencia (1937) y para Obreros de Barcelona (1938) y director de estos tres últimos. Catedrático de Ciencias Naturales de la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio de Madrid y de Biología Aplicada a la Educación de la sección de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central (1932).
En paralelo con su labor docente, académica y científica realizó una notable labor pedagógica y administrativa: consejero y vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura, vocal del Patronato de Misiones Pedagógicas, vocal y presidente de la Junta Técnica Inspectora de Segunda Enseñanza, vocal de la Junta Económica Central de los institutos nacionales de segunda enseñanza y presidente de Consejo de segunda enseñanza de Cataluña (1936).
Acabada la guerra fue separado definitivamente del servicio y dado de baja en el escalafón de catedráticos de universidad y de instituto (1939).
Exiliado en México, continuó con su labor pedagógica y científica. Fue profesor del Colegio Luis Vives, la Academia Femenina y el Colegio Madrid. Presidente de la Sociedad Mexicana de Hidrobiología. Profesor de la Universidad Nacional Autónoma, director del Instituto de Biología y de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. Autor de varios libros y más de 300 artículos pedagógicos y científicos, fue director de la sección de Ciencia del Diccionario Enciclopédico UTEHA.
En su recuerdo, que aún perdura en tierras mejicanas, la Facultad de Ciencias Biológicas, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ha creado el premio “Dr. Enrique Rioja Lo-Bianco??? a las mejores tesis de licenciatura, maestría y doctorado.
Vicente José Fernández Burgueño
Catedrático de Biología y Geología
Jefe de Estudios de Nocturno del IES San Isidro de Madrid
Foto: Archivo IES San Isidro
Julio Valdeón Baruque
Nació en Olmedo en 1936. Licenciado en Historia por la Universidad de Valladolid en 1958 con premio extraordinario, impartió clases prácticas como profesor ayudante de Historia Antigua y Medieval hasta obtener en 1961 la cátedra de Geografía e Historia de institutos nacionales de bachillerato con el número uno de su oposición.
El primer y único destino en ese puesto fue en el Instituto Jorge Manrique de Palencia, alternando la docencia y dirección de una sección filial del Instituto Zorrilla de Valladolid, aquél en el que había cursado su bachillerato. De esa forma pudo terminar con mayor facilidad su tesis doctoral Enrique II de Castilla: la guerra civil y la consolidación del régimen (1361-1371) bajo la dirección de su maestro, el profesor Luis Suárez Fernández.
Solamente abandonó la ciudad a la que amó, aquella en la que gestó su vida personal y académica, durante breves etapas. Siempre por motivos profesionales: primero fue Palencia (1961-1966), después Madrid (1967-1971), como profesor agregado en la Universidad Complutense, y finalmente Sevilla, ya como catedrático de Historia Medieval (1971-1973). Desde Sevilla a Valladolid, definitivamente. En todos esos lugares dejó muestras de rigor metodológico y capacidad investigadora, aspectos que no escondieron nunca un talante vital de hombre cercano, ausente de rencor -pese a su trayectoria vital, marcada por la Guerra Civil- y comprometido con los valores de una España que abría nuevos caminos en los años de la transición democrática. Su labor en la editorial ??mbito, una aventura empresarial ligada a la recuperación de la identidad de Castilla y León en el marco de la España de las autonomías, fue una de sus aportaciones más relevantes.
La publicación de Los conflictos sociales en el reino de Castilla en los siglos XIV y XV (1975) revolucionó el panorama historiográfico y abrió nuevos caminos al medievalismo hispano. Su ingente producción como autor, colaborador de obras colectivas y director de publicaciones, le llevó a un reconocimiento internacional en las más prestigiosas universidades.
La llegada a la Real Academia de la Historia (2001), la concesión de los premios Castilla y León de las Ciencias Sociales y las Humanidades (2002) y el Nacional de Historia de España (2004), son el justo corolario de una trayectoria académica colosal, a la altura de los más grandes historiadores de su tiempo.
La obra de Valdeón permanecerá ligada también a la renovación metodológica y didáctica, con una dedicación expresa al significado de la asignatura de Historia en los estudios de enseñanzas medias. En Defensa de la Historia (1988) es una de sus publicaciones más controvertidas, pues pone de manifiesto el compromiso con una disciplina integrada deficientemente en el cajón de las Ciencias Sociales.
Jesús I. Coria
Catedrático de Geografía e Historia.
Director del Instituto Jorge Manrique, Palencia.
Foto: cedida por Elena Blanco , viuda de Julio Valdeón
Jaume Vicens Vives
“Encontraremos el paso y la claridad, y nos desharemos de la noche y la niebla???.
Jaume Vicens Vives fue el más importante renovador de la historiografía española y catalana del S.XX y maestro de historiadores. Es considerado precursor de la nueva historia, sobre todo a partir de su participación en el IX Congreso Internacional de Ciencias Históricas de París en 1950, en la que los aspectos geográficos, sociales, económicos y culturales se sobreponen a los hechos políticos.
Nació en Gerona en 1910. Estudia bachillerato en su ciudad natal y Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona obteniendo el premio extraordinario de licenciatura. Su primer trabajo como docente, en 1932, será como profesor del Instituto Giner de los Ríos de Barcelona, y al año siguiente trabaja ya como profesor de Geografía en la Universidad de Barcelona. En 1937 obtiene el número uno en los cursos de selección de profesorado para segunda enseñanza organizados por el gobierno de la República.
El 7 de febrero de 1935 es nombrado por oposición catedrático numerario de instituto de la asignatura de Geografía e Historia y destinado a Zafra, aunque obtiene una comisión de servicios para quedarse en Barcelona y poco después, mediante permuta, en el Instituto de Figueras.
A principios de 1939 emprende la retirada hacia el exilio junto al ejército republicano, aunque en el último momento decide quedarse en España. Y, por tanto, acabada la Guerra Civil sufre un expediente de depuración como catedrático de instituto por el que será sancionado con suspensión de empleo y sueldo por dos años y posterior traslado fuera de Cataluña.
Durante los dos años de suspensión se dedicó a la docencia privada y fundó la editorial Teide (1942), germen de la actual Vicens Vives. En 1943 es destinado al Instituto de Baeza donde permanecerá un año, pues pronto consigue que lo adscriban al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hasta que en 1947 obtiene la cátedra de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y al año siguiente, la de Barcelona.
En los años de madurez investigadora y universitaria su actividad es agotadora: publicaciones, fundación de revistas, conferencias en España y el extranjero, manifiestos políticos, congresos y reconocimientos públicos de todo tipo. Es autor de numerosas publicaciones en español y catalán de las que destacamos los títulos Aproximación a la historia de España y la obra colectiva de la que fue director Historia social de España y América. Fundó la revista Estudios de historia moderna y el repertorio bibliográfico ??ndice histórico español.
Rogelio Chicharro Chamorro.
Director I.E.S. Santísima Trinidad.
Profesor de la UNED, Baeza.
María Zambrano Alarcón
Supo añadir a su vocación de pensadora la exigencia pedagógica de la comunicación, de compartir lo conocido. En sus textos propone un modelo de educación basado en la relación de autoridad en las aulas, frente al tradicional uso del autoritarismo. María Zambrano apuesta por una escuela que enseñe a pensar, que proporcione saberes y no sólo conocimientos. Para ello es imprescindible la vocación del profesorado, que enseñe con amor y sirva de guía y sostén a la juventud en su proceso de aprendizaje y búsqueda de su propia vocación.
Nació en 1904 en Vélez Málaga. A los tres años se trasladó a Madrid y a los siete a Segovia, siguiendo el peregrinaje de su padre, profesor de la Escuela Normal de Magisterio, y de su madre, maestra. Estudió bachillerato en el Instituto de Segovia y se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid en 1926. Se inició en la docencia en el Instituto Escuela y la Residencia de Señoritas hasta que en 1931 ocupo el cargo de auxiliar en la cátedra de Metafísica de la Universidad Central de Madrid. Desde 1927 participó activamente en las actividades de la Federación Universitaria Escolar (F.U.E.) y colaboró con las Misiones Pedagógicas. En 1935 es nombrada profesora ayudante de Filosofía en el Instituto Cervantes de Madrid. Durante la Guerra Civil dirigió el Programa de Evacuación de la Infancia (1938). En 1939 inició un exilio itinerante que duraría cuarenta y cinco años.
Entre 1939 y 1953 recorrió distintos países americanos – México, Cuba, Puerto Rico-, impartiendo clases en diversas universidades y colaborando con revistas y periódicos de América Latina y del exilio español. Entre 1953 y 1984 vivió en distintos países europeos – Francia, Italia, Suiza-. Son los años de mayor producción filosófica y también de mayores penurias económicas. Su figura no fue reconocida públicamente en nuestro país hasta 1981, cuando le concedieron el Premio Príncipe de Asturias. En 1984 volvió a España y fue la primera mujer en recibir el Premio Cervantes. Murió en 1991.
Entre sus publicaciones destacamos el manuscrito titulado Filosofía y educación en el que se recopilan los principales textos escritos sobre educación entre 1949 y 1977 y Delirio y destino, autobiografía escrita a principios de los años cincuenta en la Habana.
Josefa Otero Ochaíta.
Catedrática de Geografía e Historia.
IES Cervantes, Madrid.
Fotografía cortesía de la Fundación María Zambrano.